jueves, 6 de octubre de 2022

perros

 

un perro así

con cara de lobo y ojos de lobo

y una perra de ojos celestes

flaca y brillante

a los dos los tuve en una casa de la que pude huir

 

 recuerdo las naranjas que

había que comer después

de la primera helada

la sombra del olmo

la ropa endurecida en el cordel

los postigos abiertos como brazos 

el despertar de los vivos

mi voz llamando con pócimas

 

cuando todos se iban les cocinaba a los perros

me gustaba verlos dar vueltas alrededor de mis pies

los ojos agradecidos de los perros

cuando huelen la comida

la saliva confundida en los charcos de espejo

los ladridos de bicho que te quiere

 

que te quiere tanto

tanto

que cuando encontrás al primero llorás como una nena

y cuando encontrás al segundo

ya no hay motivos para permanecer

 

los bichos se quedan calentitos bajo tierra

vos agarrás los bolsos los hijos las fotos

tomás el micro

y no volvés más

 

nunca más

 

ni siquiera en el viaje interminable de los libros volvés

 

porque ya tuviste dos perros

una casa

un jardín

muchos hijos

una vereda de pinos

y un horizonte de maíz

 

toda esa abundancia en medio de tanta soledad

 

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