le dije
(mirándolo a los ojos porque así es como se
dicen como se piden estas cosas que bien mirado no deberían pedirse pero sí
mirándolo a los ojos como quien ve un velero en la costa y parece cerquita pero
no más bien está lejos del alcance no podría tocarlo ni siquiera con la punta
del deseo más largo más duradero porque así es como yo lo veía en ese momento
como yo lo vi en ese momento en que le pedí lo que no debe pedirse lo que no
debe ser necesario pedirse porque quien te ama y etcétera y sin embargo lo miré
lo miré a los ojos con insistencia con la mirada clavada en lo profundo del
brillo que siempre le aparecía le aparece cuando me mira pero no importa porque
igual ya sabemos mirándolo se lo dije con la pena la misma de siempre la pena del
mendigo así se lo dije sin más creo sin sostenerle ni una mano solo sosteniendo
la mirada suplicante y rígida como si fuera posible pero pude lo hice no deje
de mirarlo para decírselo lo solté de golpe)
no me rompas el corazón
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